La anualidad, o comisión anual, es un pago de dinero que el tarjetahabiente debe hacer cada año, de forma similar a una membresía o una suscripción por el uso de la misma. Dicho cargo se aplica de forma automática al saldo de la tarjeta de crédito, independientemente de que use o no el plástico.
El pago de la anualidad, como lo explicamos, implica que el cliente recibe beneficios de acuerdo a sus hábitos, gustos y estilo de vida.
Recuerda que algunas instituciones bancarias no cobran anualidad en la tarjeta Premium, o el primer año en las tarjetas de crédito Clásicas, o bien con la condición de que el cliente cumpla con los requisitos establecidos en el contrato, que generalmente son mantener un saldo mínimo y hacer uso de la tarjeta de crédito al menos una vez al mes.
Como te hemos dicho anteriormente, la tarjeta de crédito ideal se ajusta a tu estilo de vida y capacidades de pago, así que siempre ten presente:
Los intereses, son el dinero que pagarás cómo una prestación por tener el crédito emitido por el banco, estos se cobran para otorgar garantía y compensar a los “prestamistas”.
Al tener una tarjeta de crédito sin anualidad también pierdes las ventajas exclusivas que ésta te podría brindar.
Un buen consejo para encontrar una tarjeta de crédito sin anualidad es comparar el Costo Anual Total, esto es un indicador de lo que cuesta el crédito, aunque sea a plazos o de otros bancos.
Importante: El Cat suma todo lo que determina el costo del financiamiento: tasa de interés, comisiones, anualidad, seguros que se deben pagar. No incluye IVA ni establece la frecuencia de pago, siempre se expresa con porcentaje anual y todos los bancos deben informar para todos los créditos menores a 900 mil dólares.
Las tarjetas en las que no se cobra anualidad funcionan como una tarjeta convencional con la que puedes hacer tus compras normales así como pagar servicios. Algunas características extras son:
Si ya tienes un poco más de idea de qué tarjeta quieres, ahora debes saber qué otros aspectos importan a la hora de tomar la gran decisión.
Restricciones de uso:
Algunos bancos no cobran anualidad en sus tarjetas de crédito con la condición de que mantengas un salgo y uso mínimo de tu plástico, de lo contrario podrán hacer el cargo por comisión anual. En otros casos, sólo es gratuito el primer año.
Restricciones de beneficios:
Depende del banco, pero algunas tarjetas sin anualidad tienen restricciones a promociones o programas de recompensas. Consulta antes de firmarlo.
Hay 3 modalidades básicas de tarjetas de crédito sin anualidad
Tipo de tarjeta | Características |
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Tarjeta de crédito clásica sin anualidad | No cobra anualidad, pero tampoco te da acceso a todos los beneficios que el resto de las tarjetas |
La tarjeta de crédito sin anualidad de por vida | Tampoco cobra anualidad, y frecuentemente este beneficio se extienden a uno o dos adicionales del titular |
Tarjeta de crédito sin anualidad condicionada o de reembolso | El banco te cobra la anualidad, pero te la “devuelve” si cumples ciertas condiciones de uso, por ejemplo, mantener un saldo promedio o usarla cierto número de veces |
Una vez que hayas elegido la mejor opción de tarjeta de crédito para ti, lo que sigue es el proceso para solicitarla. Esto puedes hacerlo asistiendo a alguna sucursal o a través del servicio en línea o por teléfono y lo mejor es que es completamente gratuito.
Si vas al banco, tienes que ir con tus documentos, hacer fila y hablar con un asesor que te tomará tus datos y evaluará si eres candidato a obtener una tarjeta de crédito.
Analiza bien las opciones que el banco te ofrece y así aseguras de aplicar a las menos posibles, teniendo mayor posibilidad de éxito. La entrega de documentos puede ser por mensajería o directamente en una sucursal que te quede cerca, dependiendo del banco.
Es el banco quien determina si te da la tarjeta o no y en cuánto tiempo.
Los factores que los bancos toman en cuenta para aprobar una tarjeta de crédito son:
Como ya sabes, el Buró de Crédito registra la información financiera de todos los mexicanos y la comparten con los bancos, para darles a conocer tu comportamiento en ámbitos financieros.
Tu historial crediticio cataloga cómo eres en cuanto a los pagos que debas hacer. Todo esto genera un score o calificación que las instituciones financieras revisan. Si tienes un score crediticio por debajo de los 600 puntos es difícil que te den una tarjeta.
El dinero que ganas es otro tema importante para los bancos, porque, por más obvio que parezca, es con lo que ellos trabajan y analizan tu situación. Y es muy simple: mientras más ingresos tengas, tu capacidad de pago será mayor y por lo tanto será más fácil que te otorguen una tarjeta. Si bien esto no indica que serás un buen pagador, sí dará una idea de qué tanto te puedes endeudar.
No sólo cuenta que tengas un historial crediticio positivo, sino cómo te comportaste con tus otros créditos (automotrices, hipotecarios y demás tarjetas de crédito).
Si apruebas todo esto, es casi seguro que obtengas la tarjeta de crédito. Ahora aprovéchala al máximo y seguro tu línea de crédito mejorará rápidamente.
Un gran uso que le puedes dar a tu tarjeta sin cobro de anualidad es para domiciliar pagos de servicios (luz, agua, gas, cable), ya que te salva del clásico se me olvidó, se me pasó y puedes hacer los pagos sin tener que acudir a sucursales ni hacer filas; además, cumples con el requisito de uso el plástico, te ahorras la anualidad y hasta podrías obtener algún descuento en el pago de tus servicios por pago a tiempo.